Recuerdos de la infancia

El anhelo profundo que surgió en mí desde hace algunos meses, es encontrar una pareja (¡qué original!, ¿no?). Ese sería entonces el objetivo de mi vida más allá del trabajo. Pero antes de poder encontrarla hay varios temas que tengo que resolver.

A consecuencia de todo el aislamiento en que me he puesto, persiste el profundo deseo de contar con alguien con quien compartir. Definitivamente las cosas no son lo mismo si no se comparten con alguien. Pero tengo problemas que me frenan a entablar relaciones más profundas con la gente, y en general no me relaciono sino con quienes sea estrictamente necesario, y guardando una distancia bastante grande.

Entonces, el tema central del blog, la homosexualidad. ¡UF! Me complica infinitamente. Me complica por varios motivos. Les comento algunos.

Aprox a los 13 años recuerdo que (conscientemente) tuve la primera experiencia de excitarme sexualmente con el cuerpo de un hombre. Recuerdo que yo estaba enfermo, en cama, y obviamente el único panorama era ver TV. Bueno, y estaban pasando unos video clips, y en uno apareció un tipo increíble. Estaba en traje de baño, atlético, bronceado y se movía y cantaba muy sensualmente. En el video había un montón de minas grossas alrededor de él, pero lo que a mí me atrajo fue él. Y me atrajo un montón. Recuerdo que esa fue la primera vez que me masturbé (ni siquiera estaba muy claro de lo que estaba haciendo), y estuvo increíble, por la sorpresa que significa estrenar uno de los mecanismos más placenteros del cuerpo humano (OJO que yo no fumo, no tomo alcohol ni uso drogas).

Recuerdo que en ese momento no me di cuenta de lo, digamos, anormal del hecho que mi excitación sexual hubiera sido gatillada por un hombre... fue un tema que no digerí completamente por varios meses.

Fue una experiencia tan placentera que aún el recuerdo me hace disfrutar.

Es curioso que la mente no asocia de inmediato todos los temas, porque por algún motivo en ese momento no me sentí incómodo respecto de que me hubiera excitado un hombre, pero sí fue algo que guardé muy íntimamente. En general siempre he sido una persona super reservada.

Es curioso, porque desde niño había oído varias veces acerca de los homosexuales. No podría precisar a qué edad fue inicialmente, pero sí recuerdo que la connotación que siempre se le daba era negativa, en el sentido que se trataba de una perversión, y que típicamente los tipos homosexuales abusaban de niños varones.

También recuerdo que en la familia, creo que un tío abuelo había sido homo, y que por lo mismo había sido apartado de la familia, y no se hablaba mayormente sobre él. Ni siquiera sé si entonces estaba aún vivo. Al día de hoy lo más probable es que ya esté muerto.

Inicialmente, después de la primera auto estimulación, yo no me sentí homosexual. Realmente no reparaba en ello. Estaba infinitamente encandilado con la maravilla del orgasmo, y sólo estaba buscando nuevas oportunidades para masturbarme, siempre fantaseando con cuerpos de hombres.

Con el paso de los meses, sin embargo, sí fui tomando consciencia que el hecho de que me excitaran sexualmente los hombres no era lo “correcto”, lo “natural”. Digamos que es obvia la complementariedad anatómica del hombre y la mujer, y entonces no puede resultar sino al menos “extraño” considerar una relación sexual física entre dos hombres.

Poco a poco fui asociando que el rechazo, la burla y el desprecio que en general todas las personas que conocía (familia, colegio y amigos y amigas), manifestaban contra la homosexualidad, se traducía en que yo sencillamente sería considerado un indeseable en caso que ellos se enteraran de mi situación.

Entonces decidí mantenerlo siempre en secreto. Y afortunadamente mi aspecto físico y mis modos han sido siempre varoniles, por lo que inicialmente no me resultó muy difícil.

OK, no quiero posts demasiado largos, así que hago un break aquí.

Saludos.