La vida sin mí

La vida sin mí. Título de una película de Almodóvar. También hubo un capítulo de Johnny Bravo. Éste último fue increíble, me reí muchísimo. Llega el típico ángel y se lleva a Johnny a los distintos lugares de la gente que conoce. Donde el amigo de siempre (ese perno, flaco y de lentes), al local de hamburguesas, y donde su madre. ¡Y el cuento es que en todos los casos la gente estaba mejor sin Johnny! WAAAJAJAJA!!! (al revés del cuento original, por si no lo han visto). Realmente genial ese capítulo. Si tuviera la certeza que así sería en mi caso, quizá ya habría saboreado el Mapocho, pero lamentablemente aún hay personas para quienes sería doloroso.

El problema es que la situación actual también es dolorosa, pero aún tienen alguna esperanza que voy a remontar. No sé, a veces creo que lo único que estoy haciendo es abusar del cariño que me tienen y dilatar su agonía, que a fin de cuentas no va a servir de nada.

Me estoy acordando del final de Inteligencia Artificial (sorry para los que no la han visto. Si prefieren, sáltense el post). En que el deseo del robot-niño era volver a ver a su madre y compartir con ella, aunque fuera un solo día.

Las personas, los lugares, las emociones que evocan. Realmente es una matrix de emociones todo esto.

Creo que sigo existiendo para evitar el dolor que significaría para mi familia el que muriera. Lo que me aproblema es que en el estado actual de todas formas están sufriendo. Es una agonía más tenue, que se dilata en el tiempo, con una gota de esperanza que en alguna medida logra cierto alivio. Lo otro sería un golpe de dolor, muy fuerte, y que se prolongaría en el tiempo, para ir decayendo luego; pero no sé si se terminaría en algún momento. Es realmente fuerte el cariño que la familia te puede llegar a tener.