Con los menos agravantes posibles

Una de las razones porque me he apartado de todas las personas (salvo contacto virtual, chat, e-mail y blog) es porque, creo que eventualmente mi situación va a salir a la luz. No sé si yo mismo seré quien lo admita públicamente, o bien tenga algún desliz y se llegue a saber.

El punto es que en ese momento sé que sentiré caer sobre mí todo el peso del estigma y el repudio; e imagino casi todas las cosas que llegarán a pensar y decir de mí, pudiendo ser ciertas o no. En ese momento, será como un alivio para mí al menos haberme abstenido de todo contacto homosexual. Digamos que siento como que es menos grave ser acusado de cuasi intento de homicidio, que por homicidio calificado con premeditación y alevosía.

También pienso que es estúpido ese razonamiento, pues si considero que inevitablemente va a llegar ese momento, pues quizá sería mejor que hubiera aprovechado de hacer todo aquéllo de lo que me he abstenido, si finalmente de todas formas van a pensar lo peor de mí. Pero la verdad creo que la abstinencia social radical que he llevado a cabo me hará sentir un poco menos mal cuando todo el peso caiga sobre mí.

Bueno, tengo claro que estoy para loquero, y de hecho en eso estoy. No creo que vaya a ser fácil, en ningún caso.