Convivencia

¡Uf! Tremendo post de Voikot.

http://voikot.blogspot.com/2005/08/esa-complicada-relacin-con-los-hombres.html

Voikot es un claro ejemplo de que, cuando alguien NO se lo propone, pues es entonces que se transforma en un blogstar. Y espero que no se le vayan nunca los humos a la cabeza, porque como está, está perfecto.

Tiene ese estilo incomparable, en que con tan pocas palabras, y sin calentarle la mente al lector, logra que reflexione sentidamente sobre el tema que plantea.

Es perfecto que no pierdas el tiempo en pajas mentales, que para eso está mi blog ;) Y no creo que no seas capaz de hacerlo tú, sino que precisamente tu magia está en cómo tratas los temas, sin latear a la audiencia, lujo que yo sí me doy a un nivel astronómico (¿cómo es que hay gente que aún me lee? digo yo)

A mí leyéndolo se me vinieron a la mente un montón de posts míos y de otros blogs, y se me ocurrieron no sé cuántos más, y de algún modo los iba conectando mentalmente, tratando de atrapar todas las ideas para poder cuajarlas en algo entendible. En fin, lo que quedó fue este post que están leyendo.

Bueno, creo que, como es la tónica, este post no va a ser ameno de leer. Pero, es lo que hay. Así, enrollado, soy yo.

Intento explicarme la actitud de los hombres hétero con las minas. Eso del comentario del poto, las gomas, etc.. A este respecto rescato lo que plantea Huracán en cuanto a que la sociedad construye y transmite subliminalmente modelos que se internalizan y adoptamos inconscientemente en nuestras propias actitudes.

El ser humano intenta encontrar sentido al entorno en que se encuentra, pero hay concepciones que el individuo no construye por sí mismo, sino que hereda e internaliza sin cuestionar. La famosa tradición, visiones que se han aquilatado a lo largo del tiempo, y precisamente con el tiempo acumulan una inercia, una resistencia a ser modificadas o derogadas. Estas visiones nos proveen de tranquilidad (virtual) en cuanto a tener un conjunto de certezas (virtuales) sobre la vida, que aplaquen la ansiedad de la incertidumbre.

Las visiones de las cosas son siempre modelos aproximados que nosotros mismos construimos, pero la tranquilidad y comodidad que proveen nos hacen olvidar que no son sino modelos, interpretaciones, y, quienes más, quienes menos, nos resistimos, a veces, en unos u otros planos, a admitir que se cuestione una determinada visión.

En conjunto, en la sociedad, se conforma un océano de inercias e iniciativas de cambio, con corrientes, a veces superficiales, a veces a kilómetros de profundidad; y también tormentas.

Todos en alguna medida nos dejamos llevar por ciertas corrientes, e intentamos cambiar otras. Muchas veces no somos conscientes de todas las corrientes que nos llevan en los distintos planos.


Con respecto a los géneros, masculino y femenino, el hombre (queriendo decir “la humanidad”) ha creado y heredado estereotipos que varían también según las distintas culturas.

Estos estereotipos se componen de una serie de atributos. La sociedad ha profundizado la diferenciación de los géneros enfatizando los atributos característicos de cada uno, al punto de presentarlos como excluyentes. Este exceso lo atribuyo al afán de tener un modelo de roles claramente definidos, que favorece la predictibilidad, la sensación de control y la consiguiente “tranquilidad”. Luego no se admiten grados intermedios, tonos grises; resultan desconcertantes y generan ansiedad. Ponen en jaque al modelo, que es el que nos permite orientarnos (supuestamente). Generan ansiedad en ciertos grupos de la sociedad, que no son siempre los mismos, sino que varía según el tema de que se trate.

Las personas que ceden a estas presiones, o que no son conscientes de ellas, presentan actitudes que intentan demostrar a los demás cuan alineados están ellos con el estereotipo, reafirmándolo como válido, y exacerbando aún más la diferenciación de atributos. De esta forma, aunque en algunos hombres hétero exista genuinamente un nivel de atracción erótica que los mueva a tener actitudes con frases como “¡Oh, tremendo poto!”; muchos otros los seguirán sólo para no ser menos ante los demás, para afirmar ante los demás que ellos también están 100% alineados con el estereotipo.

La diferenciación de los estereotipos de géneros y sus roles en la sociedad se proyectan a través de ciertas instituciones y prácticas sociales, como colegios sólo de hombres o de mujeres, práctica de ciertos deportes u otras actividades. Este orden social genera un entorno predictivo a nivel macro.

El estereotipo del hombre en la sociedad chilena aún tiene una cuota importante de machismo, que, según lo entiendo, atribuye al hombre un rol más valioso que el de la mujer en la socidad. La mujer es subyugada por el hombre. El hombre prueba su valor ante la sociedad demostrando el control sobre la mujer. Es el cazador, y la mujer es la presa. Claramente, esto es una distorsión originada en una soberbia desmedida.

En este contexto, para un grupo de hombres hétero, un hombre homo genera desconcierto y ansiedad. Digamos que lo consideran una fisura en el modelo, que confunde e invalida todas las reglas sobre las cuales normalmente operan, en particular se confunde el “aliado” con el “objetivo”.

El tolerar los hétero a la excepción (el homo) de algún modo les significa renegar por completo del modelo o bien admitir, ante los demás, desapego al mismo, lo que denota un distanciamiento de su propia identidad con el estereotipo ya descrito, y por lo tanto, les resta valor en su fuero interno.


Por mi parte, yo también me he sentido siempre incómodo cuando en un grupo de hombres, como es típico, se hablan los temas eminentemente asociados al estereotipo de hombre. Y mi reacción ha sido típicamente sumarme a la masa con un comentario ad hoc, para pasar desapercibido.


¿Cómo se da una salida definitiva a este recurrente episodio, que tanta ansiedad genera a los homo?


Yo, me disculparán, pero insisto que la homosexualidad es un desajuste; no perverso, pero sí “incorrecto”. Ahora bien, considerando lo que comenté en el post Diseño de Capas, es un hecho que existe la necesidad de construir un ambiente de inclusión para los homo en la sociedad.

Precisamente favoreciendo el derribar los mitos y tabúes típicamente asociados a la homosexualidad, como la pederastia; estimo que se podrá lograr que la imagen que tienen los hétero de los homo se vaya liberando de ese componente perverso.

Considero que éste es un objetivo que la sociedad debe plantearse por un concepto de respeto al prójimo, pues los homo a fin de cuentas nos encontramos en una situación que no buscamos, y el rechazo produce tanta infelicidad en una porción tan importante de la población mundial.

Creo que hay cosas que quizá los hétero en su fuero interno nunca aceptarán, pero sí podrán llegar a tolerar, en un gesto de generosidad, y reconociendo también que, ciertamente, hay muchos otros planos, distintos del sexual, en que se producen “inconsistencias” en distintas personas, y a final de cuentas, todos tenemos tejado de vidrio en uno u otro plano.

(Si mis cálculos no me fallan, Huracán nuevamente hará un comment de 3 palabras, dejando nuevamente en evidencia mi insignificante poder de síntesis, pero disfrutaré leyéndolo :D )