Sobre aceptarse

Aceptarse. Aceptar-se. Aceptarse a sí mismo. Bueno, primero, precisar que, planteado de esa forma, implica considerar la homosexualidad como parte de la identidad, algo con lo que yo no estoy de acuerdo. En cambio, la considero una situación circunstancial.

También seré franco y diré que me molesta el concepto de aceptarse. No sé, creo que se parece mucho a resignarse.

No se trata que yo no reconozca cual es mi condición, me atraen los hombres; pero eso no me resulta para nada cómodo. No. No lo acepto.

A pesar que he logrado bajar considerablemente el pánico que sentía por encontrarme en esta condición, no quiere decir que me sienta cómodo. No.

El estigma asociado ya lo he aclarado como producto del rompimiento del modelo de roles de los estereotipos masculino y femenino, fuertemente influenciado por el machismo. De esta forma he quitado la culpa.

Sin embargo, ello no quiere decir que me sienta a gusto en esta situación.

Quiero creer que es algo que se puede cambiar, y voy a luchar por ello.

Pienso que quizá otros en mi situación no sienten incomodidad. Pues me alegro por ellos. No pretendo dictar cátedra sobre lo que otros deban hacer con su vida. Incluso diría que, de resultar mi conversión a hétero, probablemente sería de los héteros que mejor comprenden a los homos. Y al mismo tiempo, acepto y respeto a quienes no se sienten incómodos en esta situación y deciden vivir de acuerdo a ella.

Creo que el mérito que significa vivir de una forma tan transgresora de los cánones sociales es tremendo, a la vez que tampoco se está agrediendo al resto de la sociedad. Mis respetos. Mis respeto y admiración, para Shrek, Fiona, Burro y demás personajes. Y no quiero decir que siendo hétero dejaría de ser freak. No, no se trata de eso. Seré siendo tan freak como cualquiera, independiente de su orientación sexual.

Los comments que recibo, como también los e-mail y chats, los considero bien intencionados. Y en ese sentido me parece obvio que quienes han logrado vivir felices su condición de homosexual, promuevan la aceptación de dicha condición. No se trata de un proselitismo abusivo, ni nada de eso. Sino de plantear un camino que a muchos les ha traído genuina felicidad. Por lo tanto se los agradezco como gesto bien intencionado. Sin embargo, debo admitir que me resulta algo incómodo cuando se insinúa que esta historia ya está escrita, y que voy a paso seguro hacia la aceptación. El aceptar-se.

Creo que di un gran paso en quitar el estigma y la culpa. También al reunirme cara a cara con algunos de mis terapeutas. Pero de ahí a sentirme grato en esta condición, me disculpan, pero no. Y por lo tanto no me voy a resignar, lo que no significa que esté desconociendo ni pretendiendo negar la situación. No, yo reconozco mi situación, pero quiero cambiarla. Y creo que es posible porque no creo que sea un elemento de mi identidad, sino algo circunstancial.