Grupos II

Esto del blogging da lugar a una forma de relación bastante singular. Además de eso de “conocerse al revés”, que comenté en un post anterior, está el que las relaciones son uno a uno. O sea, uno escribe y otro comenta; y vice versa. Uno puede ver también comments dejados por otras personas, pero no se logra conocer mucho de una persona sólo por un comment. Entonces se puede leer el blog de esa persona y hacer comments, y vice versa, y así hay una nueva relación uno a uno; pero no una relación de a tres.

Ciertamente, además de los comments, cuando ya hay un mayor feeling, se puede chatear uno a uno. Si el feeling se mantiene o mejora, la comunicación puede tomar una mayor profundidad e intensidad, la que sólo se manifestará en los chats privados, pero no en los comments. Los comments son públicos. No mencionaríamos en un comment algo que se ha chateado privadamente, sería una indiscreción y perderíamos la confianza de la otra persona.

Así pues, muchas relaciones uno a uno no son una relación grupal. Y aunque las relaciones uno a uno pueden ser muy profundas e intensas, cuando ese conjunto de personas con relaciones uno a uno entre sí (aunque no en todos los casos) se reúne, el nivel de confianza sólo llega a una especie de común denominador, o mejor dicho llega sólo hasta el nivel que lo permite la suma de las cuotas de desconfianza de cada uno de los participantes hacia los otros, particularmente hacia los que no se conoce mayormente.

Entonces las reuniones más numerosas tienen ese inconveniente: se sacrifica profundidad por amplitud, y se reemplaza en gran medida la franqueza por las buenas maneras.

También tienen puntos a favor estas reuniones numerosas, pero los puntos en contra son los que me inquietan. No tengo de deseos de revisar los puntos a favor. Este post no pretende ser equilibrado ni justo; sólo franco.