La Magia se fue

Bueno... estoy falto de inspiración... O más bien no quisiera escribir de esto... En realidad no quisiera que lo leyeran... pero éste es mi blog, así que simplemente lo voy a escribir.

¿Políticamente incorrecto? Temo que eso sea lo de menos... Temo que caeré en lo grosero, en lo injusto, en lo canalla...

¿Cómo es que mi ánimo puede seguir como montaña rusa? ¿Acaso las pastillitas que me recetaron aún no actúan lo suficiente? O quizá es que tampoco son mágicas...

El punto es que se desinfló el entusiasmo... Sí... Y me hace sentir triste... ¿Qué se hizo? ¿Es que acaso sólo era curiosidad? No. Había mucha magia... pero ahora no sé por qué no la siento...

No puedo decir que ha cambiado mi opinión sobre los terapetuas con quienes ya me he reunido en persona, pero definitivamente también había una cuota de misterio que ahora simplemente ya no está...

Tampoco les dejo de agradecer el apoyo que me han brindado, la generosidad que han tenido conmigo... pero aquí van a empezar mis canalladas, o al menos las canalladas que rondan mi mente...

En cierta medida, debo reconocerlo, también había un componente de estudio de laboratorio... Ver cómo era el mundo gay, o más precisamente los gays que yo escogí en base a sus blogs, porque tampoco estoy dispuesto a ir a meterme a una disco gay ni mucho menos.

Y, bueno, el mito se rompió. O sea, me quedó bastante claro que, aunque en su conducta hay ciertos indicios, de variable intensidad, sobre su orientación sexual, pues son personas completamente normales en todos los demás aspectos. Ehm... bueno, en realidad hasta puedo decir que más normales que yo... Y que sus principios son tan sólidos como se puede hayar en personas hétero; como también se pueden encontrar carerraja en ambos bandos; aunque felizmente no he tenido esa impresión de ninguno de mis terapeutas, sino todo lo contrario.

Pero el punto es que la magia no es la misma... aunque siguen siendo personas valiosas...

Así que en este punto, que la magia ya bajó, me comencé a preguntar hacia dónde va esto. Y en alguna medida me empecé a sentir mal por sentirme un tanto desmotivado... o también expectante, pero sin adrenalina, sino más bien un tanto como expectador. Quizá un poco escéptico, o desconfiado, no sé...

Considero que superé la “prueba de fuego”, como la llamé en un post anterior. Pero entonces surgen otras preguntas. ¿Estoy dispuesto a continuar desarrollando esta relación con mis terapetuas (todos gay)? Sí, sé que suena tremendamente frío y egoísta. Pero ya dije que no sólo iba a ser políticamente incorrecto, dije que iba a ser injusto y grosero.

¿Acaso no tuvo valor para mí el apoyo que me brindaron? Pues sí que lo tuvo, muchísimo; pero una vez ya más calmado, sin tanta tensión, vuelvo a ser el tipo distante que he sido mucho tiempo, el tipo egoísta, que les hablé en un post antiguo. Vuelvo a ser un canalla.

Porque, si mi intención es cambiar a hétero, ¿acaso no estoy atornillando para el otro lado al integrarme a un grupo de gays asumidos? Pero y entonces ¿qué debiera hacer? ¿Debiera acaso simplemente distanciarme? ¿Una canallada de esa envergadura?

Porque lo otro que me inquieta es que el vínculo que se desarrolló está ligado a mis rollos con la homosexualidad, y, salvo alguna excepción, no he tratado otros temas con ellos. Y entonces llegó un punto en que la magia bajó y además quedamos sin tema... Es como bien ingrato decirlo, pero así está ocurriendo...

Así que, bueno, ¿no habían pedido “detalles escabrosos”?, pues aquí tienen... ¿Se creían acaso que iban a ser de tipo ... digamos... erótico? Pues no, realmente eso no me enrolla mayormente; esto sí.

Sorry por lo directo, pero, bueno, es lo que hay. No tendré nada que decir si alguno me manda a la xxxx o más allá incluso, e incluso si lo hacen todos en patota. No me merezco otra cosa por semejante canallada.