Presentando a mis terapeutas

Hace poco se me ocurrió una idea loca. O sea, no estúpida, sino un tanto sorprendente, viniendo de mi parte. Se me ocurrió plantearle a dos de mis terapeutas que nos reuniéramos los tres en persona.

¿Cómo reaccionaron? Pues, claro, hubo quienes dudaron en un principio y después aceptaron; y otros que prefirieron desistir.

Es que, claro, lo que he chateado con ellos individualmente en gran medida les ha permitido conocerme más allá de mi blog, y entonces reunirse sólo conmigo no es algo demasiado intimidante; pero tratándose de otra persona, cuyo blog han leído sólo en parte o incluso para nada, y si tampoco han chateado; pues claro, es esperable un poco más de reticencia, o más bien de prudencia, e incluso quizá también de timidez.

No quise decirles quién era el otro terapeuta con quien nos reuniríamos, porque se podría haber prestado para prejuicios. Sí les dije que con ambos ya me había reunido en persona individualmente, y que, además de tener la mejor impresión de ambos, como de todos mis terapeutas, estimaba que por sus formas de ser se podrían llevar bien.

Yo estoy inmensamente agradecido de haber conocido a mis terapeutas, tanto vía digital como también en persona (y en esto último sigo avanzando, eh? sólo tengan paciencia). Si no los conociera y alguien me los presentara, estaría inmensamente agradecido de que así hubiera ocurrido. Así que esa es mi intención.

Muchas veces uno conoce gente en diversas circunstancias y probablemente con la mayoría no hay mayor enganche o afinidad, pero con quienes uno ha sentido especial afinidad, uno se siente totalmente agradecido de haberlos conocido, o por lo menos así me siento yo.

Me preguntaron si estaba haciendo las veces de Celestino. JAJAJAJA. Pues no, no es esa mi intención. Simplemente presentar personas de quienes tengo la mejor opinión y que creo que podrían llevarse bien. Si pasara algo más allá de eso, pues eso es tema de cada uno. Yo no lo promuevo ni lo evito, ni me incomodaría si ocurriera. Si la relación se más allá, para mí será tan valioso como si se desarrolla una buena amistad. En ambos casos sentiré que habré contribuido en forma importante en sus vidas.

También tengo presente que no siempre se cumple que “los amigos de mis amigos son mis amigos”, y que también es posible que en definitiva mi olfato pudiera errar y que no haya mayor afinidad, o incluso que pudiera haber cierta molestia. Bueno, pues si así fuera, espero que seamos lo suficientemente honestos para decirlo, no en forma grosera, sino con el debido respeto y consideración, que a mi entender mis terapeutas tienen bastante. Definitivamente no quisiera que pasara lo que comentó Sinister en su post Jorobado. Eso sí sería lamentable. Creo que la riqueza de las relaciones que he podido construir en la blogsfera están precisamente en la honestidad, en la franqueza, en lo no políticamente correcto, pero tampoco cayendo en lo irrespetuoso.

Así que, bueno, esa es la última idea con que aparecí. Lo posteo como para que lo mastiquen todos en general y así puedan evaluar qué les parece la idea, si se las propongo en algún momento.

Tampoco va a ser algo indiscriminado. O sea no necesariamente voy a estar forzando que personas que a mi entender no tienen afinidad, tengan que estarse soportando en persona. No, mi intención no es esa. Sería torpe y desatinado. Mi intención es presentar personas afines según a mí me lo parecen.

Así que eso, espero que resulte algo bueno de esto, por lo menos esa es la intención.

Mis disculpas a quienes no viven en Santiago, pero si en algún momento pasan por acá, por favor me avisan. Para mí será un placer, un honor y un privilegio poder saludarlos en persona.