Gaight

Gay + Straight = Gaight. Se agradecen los comentarios incluso a los posts antiguos.

2005/07/13

Egoísmo extremo

Le contaba a mi madre que mientras buscaba monedas para la micro, me abordó una señora pidiendo una cooperación para los niños con cáncer. Yo rara vez doy para las colectas, pongo cara de enojado, apurado, y paso rápido e indiferente. Pero en ese momento la verdad que no tenía apuro, y como me pilló con el monedero en la mano, habría sido demasiado vaca negarme. Así que di cien pesos, lo que es una cagá’, pero cumplió la función de que esta señora dejara de hincharme y se fuera satisfecha.

Y mi madre comentó “Esa fue tu acción por los demás el día de hoy”, irónicamente, porque es verdad, definitivamente ya no me estoy preocupando or nadie más que por mí mismo. Ni siquiera me preocupo lo suficiente por ella, que se ha sacrificado tanto pr mí. Y paremos de contar, porque prácticamente no me preocupo por nadie más. Y digo preocupo en el sentido de demostrarlo con acciones, no simplemente fruncir el ceño y dedicarle una o dos neuronas.

Siempre me he reconocido egoísta. Hasta para ayudar soy egoísta. O sea eso de “dar hasta que duela” en mi caso es “dar siempre que lo disfrutes y no te duela”. Lo irónico es que como incluso con esa política doy bastante a veces (típicamente en el trabajo), y entonces en general la gente me considera generoso, o por lo menos eso creo...

Debo decir que me emocionan mucho las películas o situaciones en que alguien realiza una acción en extremo generosa. Por ejemplo, en la película Resplandor en la Oscuridad, con Billy Bob Thorton, cuando el tipo está dispuesto a perder su libertad por lograr que el niño no siga sufriendo (no seré más explícito para no contar el final a quienes no la hayan visto). Pero yo mismo estoy lejos de hacer algo similar.

Al mismo tiempo, siempre que puedo, evito recibir de los demás gestos u objetos que considero que para ellos son muy significativos. No puedo evitar sentirme en deuda, y sé que son deudas que no podré pagar, así que prefiero no incurrir en ellas, salvo excepciones que no pueda rehuir.

De modo que el publicar este blog lo hice en parte porque no hay ningún compromiso de quienes lo lean a hacerme algún comentario. Sin embargo, no todo resultó como lo esperaba, pues he recibido más apoyo del que imaginé, y realmente no sé qué podría hacer para retribuir ese gesto... Al menos dejo estas líneas.

Alcanzo a darme cuenta que en el fondo es baja auto estima e inseguridad. Desapego, como en la película En Busca del Destino. Pero no logro liberarme.

Realmente necesitaría tener la certeza que se ha erradicado en todo el mundo la discriminación y el estigma a la homosexualidad, para recién atreverme a contarle a alguien al respecto. Es muy baja mi tolerancia al fracaso; es quizá el precio de haber sido un alumno destacado, aunque sólo en el colegio.

Pero ojo que el revelarlo no sería aceptarlo. Aún persiste mi primera opción de convertirme a hétero, aunque tengo siempre presente que incluso quienes postulan que es posible, reconocen una baja tasa de éxito.

Creo que lo más sencillo sería un lavado de cerebro. O que ¡zas! un accidente y hasta aquí no más llegamos. Valgo más muerto que vivo, ¿sabían? Lo malo es que el suicidio no sirve para cobrar los seguros.