Gaight

Gay + Straight = Gaight. Se agradecen los comentarios incluso a los posts antiguos.

2005/10/26

Buenas

Buenas noches, días, tardes.

Estoy un poco nostálgico, pero no del ayer, sino del ahora. De alguna forma siento que este blog ya cumplió su ciclo. No quiero que tome una línea distinta de la que tuvo, creo que no sería coherente, no corresponde. Así que siento que debiera cerrarlo, pero me cuesta bastante desprenderme de él. Fue una vía de comunicación, una válvula de escape, el medio a través del cual logré conocer gente valiosísima. El registro de reflexiones y divagaciones. Sesiones de diván virtual. Los chats que tuve con mis terapeutas y otros bloggers en torno a este blog fueron muy intensos, me vuelvo a emocionar cuando los leo. Me conmuevo también cuando vuelvo a leer algunos posts y sus comments.

El objetivo original no se cumplió, pero se logró algo muy importante, y que en un principio no podía vislumbrar: el no sentirme tan angustiado por sentir atracción homosexual. No es un tema que tenga resuelto, pero creo que a estas alturas ya lo estoy abordando en paralelo con otras taras de mi forma de ser, que estaban eclipsadas por el tema sexual, pero que son también muy importantes.

Hace algunos meses dije Hasta Siempre, en un arranque de paranoia, y luego volví a postear en un par de días. Me sentiría mal de hacer eso de nuevo. Siento que efectivamente hubo una preocupación real hacia mí de parte de varias personas. Mi ánimo es bastante cambiante. A veces posteaba algo depresivo y al rato mi ánimo mejoraba. Entonces me preocupaba que me leyeran depresivo y pensaran que estaba irremediable y permanentemente sumido en el abismo. De hecho varias veces me contactaron por chat preocupados en este sentido, y algunas veces efectivamente seguía bajoneado; pero otras, no. En fin, el punto es que no se preocupen demasiado por los últimos posts, porque sólo reflejan estados de ánimo en momentos puntuales, no se trata que esté pegado al fondo de la depresión ni de la mediocridad.

Actualmente el peso del tema sexual bajó considerablemente y salió a la superficie mi ausencia de metas. Resolver el tema sexual ciertamente es una meta, pero también debo definir metas en muchos otros ámbitos.

Por otra parte, este blog ya acumula 171 posts en 4 meses y algunos días, y creo que eso le da una inercia que es mejor dejar atrás, tanto para mí como para quienes pasen por este blog.

Mi rasgo obsesivo sigue presente, sigo dándole vueltas a las cosas una y otra vez, retomándolas, viéndolas de distintos ángulos; pero sin resolver y tomar acción. Por esto temo que si comienzo otro blog a fin de cuentas sería una continuación de éste. Pero lo voy a hacer, por último para intentar desembarazarme de esta mochila, para definir metas y comenzar a poner la vista en el futuro.

Ya dije que le tengo miedo al futuro, tengo miedo de fijarme metas porque tengo miedo de no cumplirlas, pero seguir lamentándome ya es demasiado hastío. Así que cierro este blog, digamos que como medida terapéutica. No sé si el nuevo que comience será muy distinto a éste, pero será una nueva etapa, una etapa de ver la vida con todas las facetas que había dejado de lado, verlas todas, o por lo menos varias más que sólo el rollo sexual. Ese espero que siga avanzando, pero también deben avanzar otros temas, y quizá se ayuden unos a otros.

Quiero nuevamente agradecer a quienes se dieron el tiempo de leer mis posts, dejarme comments, chatear conmigo y reunirse conmigo. Quienes se preocuparon por mí. Realmente siento que así fue. A veces uno puede pensar que la blogsfera no puede dar lugar a relaciones sólidas, profundas. Por ejemplo, la mayoría de mis terapeutas no conocen más que mi blog y me tienen como contacto en Messenger. No conocen mi nombre real, no tienen mi teléfono ni ningún otro dato. Digamos que en cualquier momento yo podría desaparecer sin dejar rastro, de hecho admito que por eso no he entregado más datos. Pero a pesar de ello la relación yo la sentí muy fuerte y por ello pretendo mantenerme en línea y espero que hayan oportunidades en que yo pueda hacer algo por mis terapeutas.

Saludos,

GP

2005/10/24

Cada quien en su sitio

Voy a seguir con mis trancas, pero el itinerario no se va a concentrar únicamente en el tema sexual. Voy a ir viendo otros temas. Pensé que quizá debía iniciar otro blog, pero no, está bien así. Muchas veces las cosas toman un sentido distinto del que habíamos querido darles, así que este blog puede tomar cualquier dirección y perder por completo la relación con las ideas que lo iniciaron.

Para variar voy a hablar de mí, pero quizá no en primera persona, sino viéndome en el espejo.

Reconozco que mis habilidades intelectuales, que me permitieron tener un desempeño destacado en el colegio, tuvieron un efecto importante en mi ego. En algún momento mi madre consideró la posibilidad de cambiarme a un colegio de mayor exigencia, porque tenía muy buenas notas sin mayor esfuerzo. Estoy hablando de la básica. El punto es que al final no lo hizo.

Así se fue transformando en algo normal que no tuviera mayor dificultad, y por lo tanto no tuviera que hacer mayor esfuerzo, para lograr buenas calificaciones. Esto me hizo sentir “superior” a los demás, por lo menos superior al promedio, porque tampoco era el primero de la clase, pero sí tenía buenas notas.

Me entretenían las clases, era muy aplicado y me complacía serlo. Buena letra, participativo en clases, respondía y hacía preguntas. Me disgustaba cuando mis compañeros hacían desorden, varias veces hacía callar cuando impedían el desarrollo de la clase e incluso me irritaba por esto.

Así mi ego fue subiendo, no diría que a la cúspide, pero sí quizá la desviación estándar. Eso de sentirse cómodamente superior al promedio y sin mayor esfuerzo.

Mi madre estimaba que no era sano pasarse el día estudiando ni mucho menos, ni ser el primero del curso; de modo que se contentó con el buen rendimiento que ya tenía. Viéndolo ahora, en principio no me parece malo, pero definitivamente creo que me habría venido mejor una mayor exigencia.

En los deportes daba bote, pero no minaba mayormente mi autoestima. Finalmente era sólo uno de tantos otros ramos en los que sí me iba muy bien, por lo que prácticamente se transformaba en un estorbo. Digamos que despreciaba hacer deporte y menospreciaba la intención de los profesores de deportes. Los veía como mediocres, como con un objetivo inútil.

Siempre vi a los futbolistas chilenos como unos muertos de hambre, la mayoría sin estudios, ignorantes, incultos; y no enganchaba mayormente con el fútbol u otros deportes en otros países, así que nunca llegué a admirar a los deportistas. Me tenían sin cuidado.

No me cambié de colegio muchas veces, sólo una, y a comienzos de la básica, así que no tuve que afrontar cambios en este aspecto, con los desafíos que ello conlleva.

El tema es que no tuve mayores desafíos, y descansé en mis laureles prácticamente sin mayores contratiempos, por demasiado tiempo.

En la U ciertamente que la situación cambió. El nivel de exigencia sumado a mi nula disciplina de estudio, más mi rollo sexual, llevaron todo a pique. Pero descontando el tema sexual, hay otros elementos que quiero revisar.

Claramente, el promedio del nivel intelectual de las personas que entraron a la carrera, ingeniería civil, era muy superior al promedio de mis compañeros de colegio, con todo el respeto que me merecen y las habilidades y talentos que puedan tener en otros ámbitos. Eso ya me fue desinflando el globo, me hizo sentir menos especial, y el sentirme especial era en lo que yo me refugiaba en la adversidad, era lo que me reconfortaba.

Con los compañeros que se fue formando un grupo tuve experiencias muy enriquecedoras. Eran personas que considero valiosísimas. A algunos quizá les costaba más que a mí el estudio, pero había muchos a los que les costaba menos y les iba mucho mejor que a mí. Ahora, quizá yo me hubiera conformado si hubiera tenido 4s y 5s, pero estaba lejos de eso, más bien cargado a los 2s y los 3s, aspirando al 4 y con gran dificultad, y peor aún con la nula disciplina de estudio y haberme acostumbrado a que todo salía excelente sin mayor esfuerzo.

Cuando dejé la carrera y comencé a trabajar, digamos que volví un poco a sentirme sobre el promedio. Algo de esto hablé en el post Mundo Perfecto.

No digo que no me haya tocado conocer gente más inteligente que yo, tampoco se crean que mi ego es un Zepelin ni mucho menos; pero digamos que me fui asentando en posiciones en las que me lograba sentir cómodo, me destacaba sin mayor esfuerzo, y de ese modo también se pudo recomponer mi auto estima.

Ahora, como yo no completé mi carrera, digamos que sentía que era razonable que hubiera gente con mejor desempeño que yo, y por eso no me sentía menoscabado; y al mismo tiempo, yo lograba un desempeño destacado si me comparaba con otras personas sin título. El punto es que esa posición la seguí manteniendo. O sea no me atreví a tomar riesgos que pudieran poner en riesgo mi sitial destacado, y menos aún riesgos que pudieran significar un fracaso estrepitoso.

Igual tuve un buen pasar, en el sentido que fui ganando experiencia y me atreví a cambiar de trabajo, saliendo del que había obtenido con pituto, y después volví a cambiarme de trabajo y mejoré bastante mis ingresos. Pero realmente creo que no hubo mayor mérito en eso, porque el truco fue muy simple: empezar de muy abajo, o sea con trabajos que difícilmente me podían significar un desafío. ¡Así quien no sube! Y cuando hubo oportunidades de optar a cargos de mayor responsabilidad y complejidad, la primera vez desistí, y la segunda vez tuve una magra actuación. Pero como tenía el tema sexual para echarle la culpa, no me sentía fracasado por insuficiente capacidad para la tarea, sino que me contenté con atribuir el fracaso a la tensión y angustia que me significaba mi rollo sexual

No es que el tema sexual no me haya generado angustia, definitivamente no. Y tampoco es que esa tensión no me haya efectivamente afectado mi desempeño intelectual y laboral, pero digamos que le eché toda la culpa, cuando creo que a fin de cuentas no la tenía toda.

Bueno, esa sensación de no ser especial que tuve en la U, tuvo una segunda tanda en la blogsfera, porque, a pesar que el blog lo inicié en un estado de angustia altísimo, también tenía en cierta medida el deseo de hacer un blog especial, un blog distinto al que se podía encontrar en cualquier parte, distinto a los que había leído. Quizá no mejor, pero sí distinto, especial.

Quería ir planteando mis reflexiones sobre la homosexualidad de una forma que fuera contundente, sólida, original. Quizá muchos de los temas que he tocado, si no todos, ya han sido tratados por estudiosos en el tema, pero de todas formas quería yo hacer mis propios planteamientos, y en alguna medida deseaba secretamente desmoronar las teorías de los especialistas, ser un nuevo paradigma. Aparecer desde la nada y reformular la escena, como el corredor que va 2do o 3ro toda la carrera, y en la recta final arremete y llega primero, lo que comenté en el post “Una buena estrategia, distorsionada hasta el absurdo”.

Barro en un comment me recomendó libros sobre el tema. En parte no los quise leer porque sería demasiado obvio andar leyendo esos libros. Digamos que no cuadraba con mi montaje de hétero. Pero había otra razón además, digamos que no me resultaba grato tener que someter mis planteamientos amateur, ante estudiosos del tema, y verlos desmoronados por el piso. Perder mi aura de originalidad, sentirme no especial.

A medida que fui dejando comments en otros blogs y fui recibiendo en el mío, de distintas personas, algunos a los que yo había comentado, y otros que ni sé cómo llegaron a mi blog; fui notando algunos exponentes con una claridad de mente que me sorprendió, y más me sorprendió cuando se trataba de personas de menos edad que yo, que tampoco tenían un título (todavía), y que más aún tenían experiencias de vida muchísimo más adversas de las que yo he tenido. De hecho yo he tenido condiciones muy favorables en la mayoría de los ámbitos. Y entonces, claro, me maravillé y adopté una actitud de alabanza hacia esos personajes. Pero eso a la vez implicó reconocer que mi vida, que yo consideraba tan sufrida, casi un mártir; y mi búsqueda por resolver esta situación, que yo consideraba tan notable, casi heroica; pues pasaban a ser pelos de la cola comparado con el mérito que estos personajes han mostrado sacando adelante sus vidas con logros realmente notables, y haciendo frente a dificultades comparadas con las cuales las mías son insignificantes.

Y así es que me vi no sólo no especial, sino que de un nivel de mediocridad que ni siquiera había sospechado que podía ostentar.

Esto no lo vi recién ahora, lo vi ya hace algunos posts, pero de todas formas quise publicar esos posts lloricones y mediocres. De alguna forma quise exponer las bajezas de mi persona en toda su magnitud (o por lo menos en un grado no despreciable). No sé, a veces pienso que si uno postea sólo cuando está inspirado por causas nobles y clarividencia, la gente se puede hacer una idea demasiado optimista de uno. Mi intención fue también dejar en claro cuan mediocre puedo ser. Esto podrá colmar la paciencia de mis terapeutas, y a mí mismo hastiarme y avergonzarme; pero lo quise hacer.

... and all of us fit in our places.

Respuesta

Lo siguiente es en respuesta al comment que dejó Dixleso al post anterior:

http://greatpretender11.blogspot.com/2005/10/es-inevitable-era-mi-destino.html#c113017555326457720

Dix,

Entiendo que se te haya agotado la paciencia. No tengo nada que decir al respecto. Yo mismo tengo claro que vengo dando jugo desde hace ya varias semanas. Estoy envuelto en un tedio y en un cuestionar por cuestionar que es un asco. Hasta yo me canso de mí mismo, como me dijo Introspectiva. Tengo muy claro los bodrios de posts que he venido haciendo el último tiempo. Asumo que seguramente la mayoría de quienes han leído los últimos posts, les han parecido pura basura, y se desesperan, al igual que tú, de ver algo tan patéticamente mediocre. Pero como un blog no es una columna que se tenga que vender, los he publicado, por último para tocar fondo en la mediocridad, para llegar a sentir absoluta vergüenza de mí mismo y ver si de esa forma reacciono.

Reitero mi reconocimiento y agradecimiento a la preocupación que tuviste conmigo y el tiempo que me dedicaste en momentos muy difíciles, y por lo mismo quisiera mantener tu link en mi lista de "terapeutas", salvo que tú no lo quieras.

A todos mis "terapeutas" hago extensivo este mensaje, a la vez que señalar algo quizá obvio, pero lo voy a explicitar: que figurar como terapeuta no implica ninguna responsabilidad. Yo agradezco a todos quienes se han tomado la molestia de leer y dejar comments, como también chatear conmigo; pero ciertamente no les pretendo exigir nada, tengo muy claro que no tengo ningún derecho a hacerlo. Tengo presente que todos tienen sus vidas con sus responsabilidades, etc; y yo no pretendo hacerlos perder su tiempo.

Sinceramente,

GP

2005/10/23

¿Es inevitable? ¿Era mi destino?

Me siento como los exiliados o los mestizos, que no son ni de una raza ni de otra, desarraigados, que los dos países o las dos razas los miran como extranjeros. O como Abraham entre los egipcios, que tuvo poder y autoridad hasta que reveló su origen judío (me disculpan los lectores judíos, no pretendo insultar ni ofender).

Abraham estuvo dispuesto a perder la posición de autoridad que tenía entre los egipcios y hacer propia la lucha de los judíos, enfrentando a los egipcios, cara a cara. Yo sigo pensando que la homosexualidad es un desajuste, pero no por eso hace menos digna a la persona, y la dignidad se debe defender. Sin embargo, yo no estoy dispuesto a dar esa batalla. Ahí está mi mediocridad, porque creo que esa batalla no se puede eludir simplemente optando por cambiar a hétero. Porque, como me dijo mi doc, incluso si logro desarrollar atracción por las mujeres y llevar una vida de pareja gratificante con una mujer, de todas formas voy a seguir sintiendo atracción por hombres; y eso es algo que tendría que contener como un acto de voluntad. Ahora, una cosa es contenerlo y otra cosa es ocultarlo y negarlo. Contenerlo puede ser respetable, pero ocultarlo y negarlo implica avergonzarse de uno mismo, y eso implica no estar defendiendo la propia dignidad, ser cobarde, ser mediocre.

De modo que el objetivo de “cambiar a hétero” como tal no es posible. Más bien lo factible, según mi doc, es desarrollar atracción hétero y controlar la atracción homo. Entonces, aun cuando lograra ese objetivo, si sigo avergonzado de la atracción homo, que seguiría sintiendo, voy a seguir angustiado ocultándola, además de conteniéndola.

El problema es que la “causa gay” a mí no me parece muy defendible. O sea, yo respeto a quienes defienden sus causas con convicción y coraje; pero si yo no siento esa convicción, no veo cómo defenderla. Me parece imposible erradicar por completo la cuota de vergüenza, porque, me disculparán, pero no me deja de resultar “torcida” una relación entre dos personas del mismo sexo.

Ahora, si considero que la vida es una sola, que los años pasan volando, y que cambiar la orientación sexual en muchos casos pudiera no ser factible en un plazo de tiempo prudente, o bien a un costo no desproporcionado; pues no pretendería negar la posibilidad de tener una vida sexual y de pareja gratificante, a quienes sienten atracción homosexual.


En algunos comments me han dicho cásate y ten hijos, y cumple así las expectativas que tu familia y la sociedad tienen de ti. Pero realmente yo no siento una presión por casarme ni por tener hijos. A mí lo que me complica es no sentirme atraído por mujeres, y en su lugar sentirme atraído por hombres. Realmente no tendría mayor inquietud por casarme si me pongo en la situación hipotética que sintiera atracción hétero y no homo, y tuviera una pareja mujer. Realmente no sentiría la presión por casarme, y tampoco por tener hijos. O más bien la presión podría estar, pero a mí no me afectaría... ¿O sí me afectaría?

Interesante eso. Quizá no lo he pensado lo suficiente. ¿Acaso me afectaría la presión por casarme y tener hijos? Mm... Pues lo pienso y lo pienso y en verdad creo que no. O sea, si sintiera atracción hétero y encontrara una pareja mujer con quien me proyectara teniendo una vida en común, probablemente consideraría la alternativa del matrimonio, pero en todo caso sería matrimonio civil, porque matrimonio religioso por mi parte sería sólo por el show del traje, etc.. Pero si no me veo a mí mismo teniendo un proyecto de vida en común con mi pareja, la presión que mi familia o la sociedad pudieran ejercer en el sentido de que me case, creo que me tendría sin cuidado. Sí, creo que esa presión no me haría problema en resistirla. Incluso más, ni siquiera la resistiría, sino que la desestimaría, la descartaría, ni siquiera me llegaría a afectar.


El problema es que estoy viendo que no hay cómo evitar el tener que dar la batalla. La batalla de defender la dignidad de persona de quienes sienten atracción homosexual, entre quienes me incluyo. No es defender la homosexualidad, eso no me parece defendible; pero sí la dignidad de las personas que se encuentran en esa condición.

2005/10/22

Que no y que no

Me acuerdo cuando me amurraba cuando niño y los amigos me decían “Ya, poh, vamos a jugar, poh. Si ya pasó.”, y yo seguía porfiando que no y que no. Hasta que, claro, se aburrían y me dejaban solo.

Creo que lo mismo pasó con mis terapeutas, ya les agoté la paciencia. Bueno, no tengo de qué quejarme, en todo caso. Ya veré como se me pasa el amurramiento.

Nota: busqué “amurrado” en RAE y no existe. Pensé que “taimado” sí saldría, pero sale un significado absolutamente distinto del que yo tenía entendido. En fin, creo que "pataleta" es lo más cercano.

2005/10/21

Llevando la contra

Soy porfiado y llevado de mi idea. Taimado. Lo fui cuando niño y creo que en esto aún no he madurado. No me gusta cuando todos me dicen que las cosas van a ser de una forma y yo quiero que sean de otra, y al final resultan como ellos dijeron. Me resisto a aceptarlo, me ofusco, me escondo, lo niego. Me carga cuando me equivoco y además me dicen “¿Viste? ¡Yo te decía que no iba a ser como tú decías!” Me revienta. Y con el tema de mi sexualidad me pasa también esto. Creo que sería mucho más meritorio lograr el cambio a hétero, sería haber ido contra la corriente y haber llegado a la meta. Y por esto es que me desagradan los comments que en ocasiones me dejan diciendo que voy de lo más encaminado a aceptarme.

Es estúpido, infantil si quieren, pero así es. Es ridículo, pero al mismo tiempo me he estado preguntando cuáles fueron los fundamentos de las razones por las cuales decidí que mi opción era cambiar a hétero. Es como si estuviera intentando hacerme cambiar de opinión a mí mismo, pero camufladamente. Como buscando una razón por la que en definitiva resulte que aceptarme es la opción que voy a tomar, pero que sea por una razón distinta de la que todos, o la mayoría, de los comments han dicho. O sea, no darles la razón. Bastante infantil en verdad.

Creo que también se debe a que me desagrada sentir que soy predecible, o no haberme dado cuenta yo mismo de cuál iba a ser el desenlace de mi historia. El no querer dar el brazo a torcer, el no dar la razón a otros y reconocer un error propio.

Quizá si la mayoría me dijera que voy a terminar convirtiéndome a hétero, entonces mi voluntad sería aceptarme. En fin, es estúpido, como ya dije.

Chateaba con un terapeuta y le decía que a veces siento mi blog como un juego de roles, o como esas series de TV que el final lo filman según las votaciones del público, pero en este caso me gusta ser yo quien tiene el control, y no hacer lo que todos me dicen que es lo que me conviene. Creo que me gusta pensar que todos están equivocados y que yo soy el único que tiene la razón, y al final prevaleceré y se los demostraré, y ganaré su reconocimiento y hasta su adoración. Creo que es una forma bastante infantil de alimentar mi ego, pero suelo pensar así, y porfiar hasta el infinito.

Releo el post y no veo una madurez superior a cinco años... En fin, bueno, es lo que hay...

Echándome vuelo

Creo que mi hermana será a quien primero se lo diré de mi familia. Ella en una o dos oportunidades lo sospechó, como también otros familiares, pero yo lo negué con tanta naturalidad, al mejor estilo Great Pretender, que despejé toda duda de su mente, y desde entonces han habido oportunidades en que ha hecho comentarios dejando ver claramente lo incómodo que es el tema para ella, el rechazo que le produce, por lo que me queda claro que esa sospecha efectivamente se desvaneció hace mucho.

Pienso en el borrador a un amigo, que preparé hace un tiempo. Pienso en los comments que recibí. Estoy de acuerdo que es muy latero y quizá exagerado, pero realmente estoy seguro que para ella va a ser un balde de agua fría, le va a producir una gran angustia, seguro que se pone a llorar. Creo que va a sentir rechazo hacia mí, y al mismo tiempo le va a dar pena estar sintiéndolo, pero no lo podrá evitar. Estoy viendo como se va a formar el nudo en su garganta, como se hincharán sus ojos con el llanto, su cara de incredulidad, su resistencia a creerlo. Porque yo muchas veces, o mejor dicho la mayor parte del tiempo, estoy haciendo bromas y hablando cosas sin sentido, amenizando, bromeando, porque cuando hablo en serio me pongo demasiado fome. Entonces prefiero chacotear. Pero este tema no se lo voy a poder largar como una broma, porque no serviría de esa forma. De esa forma sólo se seguiría extendiendo la farsa y la angustia, la mía.

Creo que va a ser muy difícil para ella. Si ya ha sido difícil tener un hermano antisocial, radicalmente antisocial, y por muchos años; pues esta revelación va a recrudecer el sufrimiento, aunque al mismo tiempo le va a permitir entender en gran medida por qué adopté la actitud antisocial.

No sé, pero creo que es algo que va a ocupar su mente constantemente. Creo que voy a tener que encontrar un momento apropiado. Creo que un sábado, para que tenga el domingo de por medio, antes de retomar el trabajo el lunes. Pero creo que igual el tema le va a seguir rondando por bastante tiempo, al menos semanas. Hasta pienso que puede llegar a somatizarlo. De hecho le ha ocurrido otras veces. Y entonces pienso si tiene sentido hacerla sufrir. Porque yo mismo actualmente no sé bien cómo estoy manejando el tema.

En todo caso sé que le va a doler. ¿Será como abrir una herida que ya estaba cerrada para que efectivamente se sane? No lo sé, pero mi intención no es causar daño.

Ahora me voy a estar dando vuelo para ponerlo en práctica. Creo que será cosa de unos días, o quizá unas semanas.

Tomando sol

Ayer y hoy tuve que salir. Anduve en micro, recorrí varias cuadras del comercio. Tomé sol, deambulé entre la gente. Gente de todo tipo, por lo menos de apariencia. Lindos, feos, flacos, gordos, jóvenes, viejos, felices, tristes, serios.

De regreso subió a la micro una niña que por poco causa un choque, porque el chofer quedó absolutamente prendado, y debo decir que yo tampoco dejé de sorprenderme. Era preciosa. Tenía esa mezcla perfecta entre candidez, sensualidad e inteligencia. Menuda, delgada, pelo castaño claro, ondulado, ojos verdes. Polera negra sin mangas, sin aire comprimido ni huevos fritos, en su punto. Ojos grandes, nariz recta, labios menudos pero sensuales. Jeans a la cadera. Se desenvuelve con soltura, segura de sí misma, pero al mismo tiempo con elegancia. Como yo no salgo nunca, me parece hasta casi de otro mundo, aunque quizá en un pub o discoteque se pueden ver mujeres más espectaculares aún. Pero verla en una micro le da una cuota de realismo que le agrega valor. No cualquier mujer bella se desenvuelve con esa elegancia y seguridad en sí misma subiendo a una micro. Eso es personalidad, eso me atrae.

Se sienta en la 1ra fila, dos filas más adelante que yo. El vidrio detrás del asiento del conductor refleja su imagen, y también la puedo ver en el espejo retrovisor central y en el lateral. Su pelo rubio ondulado es precioso. Lo lleva con sencillez, nada elaborado, pero al mismo tiempo le da gran personalidad.

Seguro que el chofer pensó que se están cayendo los angelitos. Entre el estrés que significa manejar una mole ruidosa por el tráfico y los hoyos en el pavimento, recibir semejante aparición es una inyección de morfina.

Pienso decirle “Gracias, me alegraste el día”, justo antes de bajarme, pero creo que sería muy pendejo de mi parte.

Me aflijo pensando que no me atrae eróticamente, especialmente considerando lo bella que es.

2005/10/19

Reflexionando sobre la Confesión

Ha pasado algún tiempo. Aún no le he dicho a nadie de mis conocidos ni familiares sobre mi condición. Hace un tiempo hice un post con el borrador de la confesión a un amigo. No lo he puesto en práctica.

Como conversaba con uno de mis terapeutas, la familia debe saberlo, merecen saberlo. Aparte que la paz mental que significa no tener que ocultarlo, y que he sentido cuando he compartido con mis terapeutas, creo que me aliviaría muchísimo más si la pudiera sentir con mi familia.

El problema es que la familia es grande... y aunque confío en su buena disposición hacia mí (con altibajos, por cierto), me preocupa mucho su discreción. Temo que va a ser cosa que le cuente a sólo una persona, y en un par de horas (¿o serán sólo minutos?) me va a llamar un primo que no veo hace años para que le confirme; o peor aún, se va a filtrar a otros círculos. O sea a fin de cuentas lo va saber todo el mundo que de una u otra forma me conoce; que no son tantas personas, en todo caso, pero igual afecta.

He hecho pequeños experimentos. He contado cosas sin mayor importancia a determinados miembros de mi familia, y les he pedido absoluta discreción al respecto. He sido enfático en cuanto a discreción absoluta. Sin embargo, he visto con mis propios ojos y oídos como las palabras se escapan de la boca. Quizá no ha sido indiscreción premeditada, probablemente sólo un descuido, pero a fin de cuentas el tema es que las cosas se filtran más rápido y fácilmente de lo que uno pudiera esperar, especialmente si uno pidió ABSOLUTA DISCRECIÓN.

Entonces el punto ya no es sólo elegir tal o cual miembro de la familia, el punto es asumir que a quien sea que le cuente, por mucha confianza que me merezca y por muy buena disposición que tenga hacia mí, a fin de cuentas se le va a caer el casete, seguro, queriendo o sin querer. Y lo peor es que ese comentario va a ir como bola de nieve, ganando aderezo en cada boca por la que pasa, y entonces el tema ya quedó completamente fuera de control. Capaz que me aparezcan hasta ex pololos que me vieron en tales y cuales partes, tales y cuales días, haciendo tales y cuales cosas. Tampoco van a faltar los generales después de la batalla con su “yo siempre lo supe”, ni los seudo progresistas con su “ay, pero qué tiene!”. No van a faltar las caras de asco, los saludos con ojos sin párpados, etc.

Las cosas que más me complican es que piensen que yo me ufano de esto, o que me tengan compasión. Los dos extremos me desagradan sobremanera.

Nota: me gustó el título de este post. Capaz que alguien lo lea pensando que me refiero al sacramento de la confesión... WAJAJAJAJA!!

2005/10/18

No sé

Mi estupidez abarca ámbitos que ya no recordaba. Es tan efectiva que me permite no disfrutar de situaciones que debieran tenerme eufórico, o al menos irradiando felicidad; pero no es así.

Ya no sé si esto es un intento serio por desenredarme, o sólo una forma de llamar la atención, como niño taimado.

Me duelen todas las cosas que dejé de hacer, todos los años que pasaron, y al mismo tiempo no me la juego por ponerme a trabajar de una vez por todas en las cosas que quiero lograr en la vida.

No me pregunten qué está pasando, éste es un dump sin filtro.